Disfrutar del aire acondicionado es un auténtico lujo. Sin embargo, por motivos muy variados, es posible que los aparatos estén parados durante largos periodos de tiempo.
Esa inactividad no significa que se descuide su mantenimiento, al contrario, si queremos que no se acaben deteriorando es importante dedicarles unos cuidados mínimos.
1. Limpieza
Cuando el equipo de aire acondicionado va a estar inactivo durante mucho tiempo, conviene limpiarlo bien después de su último uso: filtros, bandeja de condensación, unidad interior y unidad exterior. No hay que olvidar que en estos aparatos pueden proliferar todo tipo de microorganismos patógenos. ¿Y qué puede ocurrir si el aparato no se limpia? Que al arrancar aparezcan malos olores y que no funcione correctamente.
Pero no solo antes de apagar el equipo durante un periodo de tiempo prolongado, también al encenderlo de nuevo es aconsejable hacer una buena limpieza. Es sencillo, basta con encenderlo durante unos minutos, retirar los filtros, aspirar y lavarlos con agua un jabón neutro.
De esta manera, cuando se vuelva a poner en marcha el equipo funcionará perfectamente y su rendimiento será mayor. Todo ello sin olvidar que esa limpieza es también muy importante para la salud.
2. Proteger la unidad exterior
La unidad exterior suele estar muy expuesta a las inclemencias meteorológicas y también a la contaminación y la suciedad. Por eso, siempre que sea posible, hay protegerla con una funda adecuada si va a estar bastante tiempo sin entrar en funcionamiento. Esto garantiza una mejor conservación de la maquinaria y una vida útil mucho más larga.
Es importante, eso sí, recordar que hay que retirar la funda antes de poner de nuevo en marcha el aparato. De no ser así, podemos provocar daños serios.
¿Y qué ocurre si la unidad no está protegida? En ese caso, antes de volver a poner en marcha el aire acondicionado hay que revisar muy bien que no haya suciedad acumulada. Residuos como hojas, polvo o excrementos de pájaros pueden hacer que la máquina no funcione correctamente. Por eso no hay que olvidarla, aunque no la veamos, la unidad exterior también necesita un buen mantenimiento.
3. Ponerlo en marcha de vez en cuando
Es un detalle que se suele pasar por alto, pero que tiene su importancia. El consejo es poner el aparato de aire acondicionado en funcionamiento de forma periódica. Media hora al mes sería lo ideal. ¿Por qué? Porque de esa manera le mueven los fluidos y los aceites. La maquinaria se mantendrá en mejores condiciones y el aparato funcionará de manera más eficiente cuando se vuelva a poner en marcha de manera más continua.
4. Confiar en los profesionales
Cuando realmente el aparato ha estado mucho tiempo parado o se ha usado muy poco a lo largo de un periodo largo de tiempo, lo mejor es que sea un profesional quien realice una puesta a punto. Se asegurará de que los aparatos están en perfectas condiciones y realizará los ajustes o trabajos necesarios para ponerlo en marcha con total seguridad.
En resumen: aunque el aire acondicionado se use poco o vaya a estar mucho tiempo parado, eso no quiere decir que descuidemos su mantenimiento. Su vida útil y su eficiencia dependen de ello.
Fuente: habitissimo
